Quien no tiene en su escritorio una calculadora. Creo que un magnífico inventos que todos hemos utilizado y que cuando la conocemos por vez primera nos parece el invento del siglo, pues hace las repetitivas operaciones del cole más rápido, aunque el maestro diga que solo la usemos para corregirlas. Llega un momento donde sin su existencia no sabríamos hacer muchas de las operaciones que hacemos cotidianamente (me acuerdo de las raíces cuadradas).
En la antigüedad la necesidad de sumar y hacer cálculos empezó en el comercio. Primero contando con los dedos, con palos, marcas en la arena e incluso con cuentos y piedras. Así llegamos al año 2500 a.C. donde aparece el ábaco, invento que revolucionaría las matemáticas, es una tabla con columnas de alambres por donde se mueven unas bolitas.
Sobre el año 87 a.C. desarrollan en la antigua Grecia la Anticitera (considerado como la primera computadora mecánica).
En el siglo XVII cuando la necesidad de realizar operaciones más grandes y de forma más rápida (1623) el alemán Wilhelm Schickard inventó la primera máquina de sumar, un aparato lleno de palancas que podía sumar y restar números de hasta seis dígitos.
En 1642 Blaise Pascal con 19 años, creó un aparato para que su padre pudiera organizar los ingresos por impuestos de una provincia francesa; este aparato le permitía sumar, restar, multiplicar y dividir. A este aparato le denominó Pascalina.
James L. Dalton en 1902 cambia las palancas por botones.
En 1948 apareció en Austria la calculadora Curta fue la primera calculadora compacta y portable.
En 1957 IBM lanza la primera calculadora comercial completamente electrónica, llamada IBM608. Y Casio lanzaba al mercado la primera calculadora eléctrica compacta.
En 1970 se crearon las calculadoras portátiles con baterías recargables (pilas). Las primeras que se vendieron fueron de las marcas Sanyo, Canon y Sharp, se vendieron rápidamente por todo el mundo llenando todas las oficinas.
En 1973 Texas Instruments lanzó la primera calculadora científica.
Actualmente los paneles solares, permiten calculadoras sin pilas, también se fueron introduciendo nuevas funciones matemáticas. Hoy en día se utiliza bastante el propio móvil como calculadora.
Hoy sigue siendo uno de los productos de material de oficina indispensable para todos los usuarios. Te imaginas, ¿cómo serían las oficinas si la calculadora no hubiera existido?…
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